Expertos de la UNAM trabajan en vacuna contra efectos Covid-19
El objetivo es prevenir en pacientes moderados la desregulación de la respuesta inflamatoria; y en pacientes graves las complicaciones respiratorias severas
Un equipo multidisciplinario, integrado por representantes del Instituto de Investigaciones Biomédicas, de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, en colaboración con personal de institutos nacionales de salud, hospitales y otras universidades trabajan en la elaboración de una vacuna para pacientes con Covid-19.
En breve se pondrá en marcha un protocolo clínico para administrar Dexametasona, vía intranasal, a pacientes hospitalarios con coronavirus, dijo Edda Sciutto, del IIBm, además, se desarrolla una prueba para identificar a quienes han sido infectados por el nuevo coronavirus y han generado respuesta inmune.
“Es un grupo transdisciplinario que puede abordar objetivos tan ambiciosos como competir con las grandes empresas en el desarrollo de una vacuna, de métodos diagnósticos y de un protocolo de tratamiento de pacientes”, afirmó Juan Pedro Laclette, investigador emérito de la Universidad Nacional.
La labor de los 50 investigadores clínicos y básicos es coordinada por Edda Sciutto, doctora en Investigación Biomédica Básica e integrante del IIBm, y quien ha realizado estudios sobre vacunas para prevenir la cisticercosis.
La universitaria explicó que trabajan en una vacuna sintética y se evalúa la posibilidad de que ésta sea intranasal o inyectada.
“Hay vacunas basadas en el patógeno completo, y otras en algunos de sus componentes, que pueden ser recombinantes o sintéticamente producidos. En nuestro caso, identificamos regiones del virus que pudieran tener gran capacidad de inducir una respuesta inmune, con el objetivo de sintetizarlas con un alto grado de pureza. Es lo que estamos evaluando actualmente en el IIBm: su capacidad de inducir una respuesta inmune eficiente”, detalló.
El protocolo se realizará en conjunto con médicos del Hospital General de México, del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, del Instituto Nacional de Cardiología, y con investigadores de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional, la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, la Universidad Nacional Autónoma de Morelos, y el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE).
El objetivo es prevenir en pacientes moderados la desregulación de la respuesta inflamatoria; en pacientes graves las complicaciones respiratorias severas que obligan a la intubación y ventilación mecánica; y en los pacientes severos reducir el tiempo de asistencia respiratoria y mortalidad.
Joselín Hernández, de la Unidad de Medicina Experimental UNAM en el Hospital General de México, donde se iniciará el protocolo con 60 pacientes, señaló que “quienes estamos en hospitales necesitamos más herramientas para evitar que las personas hospitalizadas lleguen a la unidad de cuidados intensivos, y estando ahí no mueran. Desde el inicio sabíamos que teníamos pocas estrategias y casi todas han sido copiadas del tratamiento de la Influenza A H1N1”.
Finalmente, Edda Sciutto invitó a estudiantes, académicos y personal médico de los hospitales a incorporarse a estas investigaciones, pues “hay mucho por hacer”.