Medicina veterinaria basada en evidencia: el camino hacia un diagnóstico irrefutable

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Este modelo no solo se enfoca en resolver enfermedades, sino también en prevenirlas. Aquí, el papel de los tutores es esencial al proporcionar información de sus animales de compañía, como: el esquema de vacunación, desparasitación, alimentación, reproducción, higiene y motivo de consulta. Lo anterior, ayuda a trazar un panorama completo de la salud de su mascota.

Medicina veterinaria basada en evidencia

La medicina basada en evidencia se apoya en el análisis de miles de casos clínicos, el uso de herramientas avanzadas de diagnóstico

Es una metodología que permite ofrecer diagnósticos certeros, tratamientos personalizados y atención de calidad.

Durante muchos años, los diagnósticos veterinarios se apoyaban casi exclusivamente en la experiencia del médico tratante. Esta práctica, combinada con limitaciones económicas y escasez de herramientas científicas, derivaba en tratamientos sistematizados, similares a “recetas de cocina”. Afortunadamente, los avances en tratamiento y tecnología médica, entre otros, ha permitido que la medicina veterinaria evolucione significativamente.

El Dr. Fausto Reyes Delgado, Director Médico del Hospital Veterinario UNAM-Banfield -institución con 20 años de experiencia en nuestro país y cuyo pilar de diagnóstico es la medicina basada en evidencia- explica que este enfoque comenzó a consolidarse con la especialización de médicos veterinarios. “Se promovió el uso de expedientes médicos y el seguimiento adecuado de los pacientes, lo que transformó la calidad del servicio”, detalla. A partir de ahí, se instauró una valoración médica integral basada en el examen clínico, que organiza los datos de la historia clínica de cada perro o gato.

La medicina basada en evidencia se apoya en el análisis de miles de casos clínicos, el uso de herramientas avanzadas de diagnóstico (análisis de laboratorio, estudios de imagen como radiografías y ultrasonido), y protocolos quirúrgicos y terapéuticos fundamentados. Así, cada decisión médica se toma con base en datos reales, ciencia comprobada y experiencia acumulada.

Este modelo no solo se enfoca en resolver enfermedades, sino también en prevenirlas. Aquí, el papel de los tutores es esencial al proporcionar información de sus animales de compañía, como: el esquema de vacunación, desparasitación, alimentación, reproducción, higiene y motivo de consulta. Lo anterior, ayuda a trazar un panorama completo de la salud de su mascota. “Esa información, junto con el examen físico, es clave para lograr diagnósticos precisos y tratamientos eficaces”, añade el Dr. Reyes Delgado.

Los beneficios de este enfoque se reflejan en distintos casos. Por ejemplo, ante un paciente con vómito persistente, es fundamental realizar análisis clínicos, estudios fecales y pruebas de imagen para identificar la causa exacta y definir el tratamiento adecuado. En situaciones más complejas, como fracturas o tumores, estos estudios permiten confirmar el diagnóstico, manejar el dolor e intervenir quirúrgicamente con precisión.

Además, esta metodología permite detectar patrones epidemiológicos según la especie, la región o el sistema afectado (cardiovascular, dermatológico, neurológico, etc.), lo que facilita el diseño de estrategias preventivas y de tratamiento más accesibles y efectivas.

Cuando llevamos a cabo exhaustivos estudios de laboratorio, logramos un equilibrio entre ciencia, experiencia y tecnología. Esto arroja un diagnóstico certero que mejora la calidad de vida de los pacientes y genera confianza en las familias que acuden a nosotros. En el hospital estamos ciertos de que la atención veterinaria del presente y del futuro debe ser sustentada para avanzar hacia un cuidado más humano, preciso y consciente. En ello trabajamos desde hace dos décadas”, concluye el Dr. Reyes Delgado.

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