Realizan Simposio Guadalupano en la UAG
La Virgen María en las pandemias de México es organizado por el Centro de Estudios Humanísticos y el Sindicato de Trabajadores Académicos y Administrativos de la UAG.
La Virgen María es, además de nuestro auxilio espiritual, es la madre que acude ante el llamado de sus hijos cuando se encuentran en peligro, como ocurre ahora por la pandemia de Covid-19, esta es la idea principal para llevar a cabo el IV Simposio Guadalupano con el tema “La presencia de la Santísima Virgen en las epidemias”, organizado por el Centro de Estudios Humanísticos y el Sindicato de Trabajadores Académicos y Administrativos de la UAG.
El doctor Juan Toscano García de Quevedo y el presbítero Ángel Íñiguez González tuvieron a su cargo las exposiciones magistrales en la que hablaron sobre la intervención milagrosa de la Virgen, en sus advocaciones de Zapopan y de Guadalupe, respectivamente, durante las pandemias que asolaron a la Nueva España y al México independiente.
Previo a las conferencias, el Rector de la UAG, Antonio Leaño Reyes, dio la bienvenida a las más de cuatrocientas personas que se unieron a la transmisión digital, y dirigió un mensaje en el que recordó el encuentro de las culturas indígena y europea, la llegada de los frailes evangelizadores, la defensa de los indios que hizo Juan de Zumárraga ante la reina Isabel frente a las acusaciones de la Primera Audiencia, la aparición de la Virgen en el Tepeyac, las conversiones por millares y el primer milagro guadalupano. Así mismo, advirtió que hoy mismo hay otras pandemias en el mundo además del covid: la supresión de las libertades y el relativismo.
Toscano hizo una detallada narración histórica de la Virgen de Zapopan a partir de los títulos que le han dado a la venerada imagen: Misionera, Pacificadora, Milagrosa, Peregrina, Intercesora, Patrona de Guadalajara contra pestes, enfermedades, rayos y tempestades; Generala de armas y otros más, hasta el más reciente de Reina y Soberana del lago de Chapala.
Destacó que la historia de la Zapopana inicia también en 1531, el mismo año de las apariciones de Guadalupe, cuando fray Antonio de Segovia adquiere la pequeña imagen en Michoacán y se hace acompañar de ella en sus recorridos evangelizadores por el occidente del territorio que era una región muy hostil, y fue precisamente en la guerra de Mixtón (1536) cuando se manifestó la presencia mariana al establecerse la paz y miles de conversiones de indígenas.
Explicó que en la terminación de las pandemias de 1678 y 1721 que asolaron Guadalajara provocando una enorme cantidad de personas fallecidas, la intercesión de la Virgen de Zapopan fue determinante y así fue consignado por médicos de la época, quienes documentaron la ola de sanación que acompañaba a la Virgen cuando entraba a los barrios de la ciudad. Fue en estos años cuando comenzaron las visitas anuales de la imagen peregrina a la capital de la entonces Nueva Galicia. Hubo incluso un hecho anecdótico ya que en una de estas visitas la milagrosa imagen fue retenida durante casi medio año en Guadalajara hasta que los enojados zapopanos vinieron a reclamarla, pero se tranquilizaron al constatar el cuidado y devoción que le profesaban los tapatíos.
En la segunda exposición, el presbitero. Ángel Íñiguez hizo un llamado a la caridad y la oración en estos tiempos de emergencia sanitaria. “No podemos ser indiferentes a la pérdida de trabajos, a los robos, a la indiferencia e incluso a la muerte de tantos semejantes. Es preciso orar y pedir con fervor la intercesión de nuestra madre María”, dijo.
El sacerdote también hizo referencia a las intervenciones de la Virgen de Guadalupe en las graves epidemias que se presentaron en la Ciudad de México y al primer milagro documentado, la salvación de un indígena atravesado por una flecha.
En aquella época había numerosas enfermedades, como por ejemplo la peste, el sarampión, la viruela, la tifoidea, y no se sabía ni siquiera la existencia de los virus y bacterias que las provocaban. Tampoco tenían hábitos de higiene, por lo que la única esperanza era encomendarse a la Morenita del Tepeyac.
En 1544 ocurrió la pandemia de Cocolixtli y en 1737 la de Matlazáhuatl. Algunas crónicas refieren la muerte de hasta 90 mil personas en la capital y 700 mil contando otras localidades vecinas. Providencialmente, la zona de la Villa de Guadalupe se vio libre de la enfermedad, y finalmente se le dio el crédito a la Virgen por la desaparición del flagelo.
Otras epidemias ocurridas en el siglo XIX en las que se solicitó el auxilio mariano, fueron las ocurridas en los estados de Puebla, San Luis Potosí y Querétaro, comentó el expositor.
El padre Íñiguez González presentó un video sobre la coronación de la Virgen de Guadalupe (12 de octubre de 1895) y mostró imágenes de exvotos actuales con los que fieles dan gracias a la Virgen por haberse curado del Covid-19.
Antes de finalizar el simposio, se anunció que la Universidad Autónoma de Guadalajara acaba de reeditar un libro del Dr. Juan Toscano sobre la Virgen de Zapopan.