Reducción de daños contra el tabaquismo: RELDAT
Es preciso impulsar la reducción de daños como política y estrategia esencial para el control del tabaquismo
Cada año mueren en el país más de 63 mil personas por enfermedades asociadas al tabaquismo, lo que tiene un impacto económico de alrededor de 116 mil 150 millones de pesos en el sistema nacional de salud. Según la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (ENCODAT) 2016-2017 en nuestro país hay 15 millones de fumadores, de los cuales el 5% son adolescentes de 12 a 17 años de edad.
Ante los daños y consecuencias de la adicción doctores, científicos y profesionales en Latinoamérica se unen para poner en valor el principio de reducción de daños por tabaquismo para combatirlo con un llamamiento a la incorporación en las políticas de salud pública.
Bajo el nombre de Red Latinoamericana por la reducción de daños asociados al tabaquismo (RELDAT) los participantes presentaron una iniciativa basada en la recopilación de evidencia científica y literatura disponible sobre esta materia para traer al continente latinoamericano las experiencias de éxito de otros países, “es preciso impulsar la reducción de daños como política y estrategia esencial para el control del tabaquismo” afirma su portavoz, doctor Dr. Diego Verrastro.
“Es preciso impulsar la reducción de daños como política y estrategia esencial para el control del tabaquismo, poner en valor el papel que puede jugar una correcta comunicación sobre el perfil de riesgo de las alternativas al cigarrillo por combustión es la diferencia entre el éxito o la continuidad”.
Esperan introducir un debate abierto y con perfil científico con esta iniciativa que permita abordar el tabaquismo con un criterio propiamente latinoamericano, innovador, que fomente la transformación del consumo del tabaco hacia productos mucho menos dañinos con el aval científico para aquellas personas que no pueden dejar de fumar. Con 9 líneas de acción.
1. Impulsar la reducción de daños como política esencial para el control del tabaquismo.
2. Poner en valor la administración de nicotina mediante vías alternativas al tabaco combustible.
3. Más investigación en las alternativas de productos de suministro de nicotina.
4. Controles de calidad y seguridad de los dispositivos
5. Realizar una correcta comunicación sobre el perfil de riesgo de las alternativas sin combustión en comparación al cigarrillo.
6. Actuar como ente de referencia y solicitar a los gobiernos la creación de un organismo evaluador y verificador de información científica sobre Reducción de Daños por Tabaquismo
7. Promover el intercambio científico entre profesionales de la salud y expertos científico-sanitarios latinoamericanos e internacionales especializados en reducción de daños.
8. Fomentar la transformación del consumo del tabaco hacia productos mucho menos dañinos para la salud.
9. Incrementar el número de campañas de sensibilización sobre las consecuencias del tabaquismo haciendo uso de los nuevos canales de comunicación social.