Aún es Día Nacional del Ajolote
Sabias que el coqueto animal de los billetes de 50 pesos está en peligro de extinción
En algún tiempo el ajolote era ofrecido como alimento a emperadores como Moctezuma, Nezahualcóyotl y Cuauhtémoc, y ahora se le celebra como uno de los animales más emblemáticos de la Ciudad de México.
Desde 2018 se conmemora el Día Nacional del Ajolote cada primero de febrero, esto a decisión del Senado de la República tras la publicación de un artículo científico en el que se enaltecieron las características del animal originario de la Ciudad de México.
El objetivo de este día, de acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), es “difundir la importancia del ajolote en el ecosistema y cultura mexicana”. Por ello, instituciones y funcionarios realizan exposiciones y difunden información sobre los ajolotes y por qué es importante cuidarlos.
El ajolote es un referente de la cultura mexicana, y en años recientes se le ha homenajeado de maneras distintas, como su aparición en el nuevo billete de 50 pesos. Incluso, el director Alejandro González Iñarritú los incorporó como parte de su película Bardo.
La UNAM detalla que el ajolote es un animal mítico en México, ya que sus orígenes datan de al menos mil 500 años. El hábitat de la mayoría de estos es en Xochimilco; sin embargo, el mal cuidado de la especie la puso en peligro de extinción, y ahora el Gobierno de la Ciudad de México y la UNAM tienen diferentes programas para su preservación.
El ajolote es capaz de regenerar partes de su cuerpo como músculos, huesos, nervios y partes del cerebro, es una salamandra de ambystoma y normalmente permanece toda su vida debajo del agua. Su organismo es de sangre fría, y respira a través de branquias, pulmones, bucofaríngea y dérmica.
Hay 17 variedades de ajolotes, solo una de ellas no es endémica. Cuenta con un genoma de 32 mil millones de pares de bases de ADN, es decir, 10 veces más grande que el del humano.
Los ajolotes se protegieron durante miles de años bajo las chinampas; sin embargo, gracias a la llegada de más gente y la urbanización se redujo la población.
Pues felicidades al peculiar anfibio mexicano.