México: una apuesta por la calidad educativa

Dra. Mónica Porres Hernández, Rectora Institucional de la UVM

Nos preguntamos qué es lo que debemos hacer para mejorar nuestro mundo, para terminar con la desigualdad y conseguir la creación de sociedades más integrales.

Definitivamente, son muchas las cosas que debemos lograr, sin embargo, una de las más importantes es mejorar en el ámbito de la educación, entendiendo la importancia de este tema en la formación de mejores ciudadanos de cara al futuro.

En México tenemos una tarea pendiente en este sentido. De acuerdo con datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), existen poco más de cuatro millones de niños, niñas y adolescentes que no asisten a la escuela.

Este es un problema que aún puede agravarse, sobre todo si consideramos que alrededor de 600 mil pequeños más se encuentran en riesgo alto de dejar el colegio por diversos factores, como la falta de recursos, la lejanía de sus escuelas o la violencia.

Además, existen las dificultades que experimentan las comunidades indígenas que no hablan español, cuyos niños viven, desafortunadamente, alejados de las aulas. Se estima que sólo 1 de cada 10 estudia.

Por ello es que necesitamos asegurar, tal y como está plasmado en el artículo 3° de nuestra Carta Magna, que se garantice la educación para nuestros niños y jóvenes, incluyendo en este precepto un valor que considero también es crucial: la calidad.

Un paso necesario y urgente

Construir una calidad educativa no es sencillo; requiere de elementos en los que se tiene que trabajar para poner en marcha un sistema que, efectivamente, consiga otorgar todas las competencias y conocimientos que necesitan los estudiantes,

Para comenzar es importante crear y establecer un currículo de materias que considere los requerimientos individuales académicos de los alumnos y, al mismo tiempo, también de la sociedad, entendiendo la relevancia que tienen ambos entornos.

Después, es esencial preparar el escenario para llevar a más alumnos a las aulas, y motivar en ellos que existan aprendizajes asimilados, es decir, que cada una de las cosas que aprendan persista en ellos de manera duradera.

Finalmente, un punto crucial es que se debe asegurar que las escuelas y centros de enseñanza cuenten con todos y cada uno de los materiales e instalaciones que los estudiantes requieren para poder tener sus clases.

Es así como la calidad educativa se convierte en uno de los pilares incluidos dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, mismo que nos permitirá romper con el ciclo de pobreza presente en nuestro país y el mundo

Además, estas acciones ayudarán a los jóvenes a fortalecer su seguridad y tener un entendimiento sobre la importancia del respeto y los derechos humanos dentro de nuestra sociedad, valores que hoy son trascendentales en nuestro desarrollo.

Por ello debemos plantearnos, lo más pronto posible, las acciones y medidas para conseguir que esa brecha educativa se reduzca al máximo. El tiempo es un recurso muy valioso, así que es momento de actuar ahora mismo.