Telescopio Webb nos muestra la belleza del universo
Telescopio Webb nos muestra la belleza del universo
A través de N79 el telescopio Webb nos regala esta vista que se localiza a 1.630 años luz, en la región suroeste de la Gran Nube de Magallanes.
La NASA siempre hace lo posible por dejarnos con la boca abierta al mostrarnos la belleza del espacio infinito y misterioso, es por eso que esta vez decidió impactarnos como nunca con ayuda de N79.
Si eres un curioso del universo, te habrás dado cuenta que es más fácil reconocer a los objetos espaciales utilizando letras y números, en vez de complicarnos la existencia tratando de recordar un nombre que no estemos acostumbrados a escuchar.
En X, la NASA a través del telescopio James Webb compartió un sorprendente y brillante vistazo a un colosal complejo de formación de estrellas, mejor conocido como N79.
“Siempre es más oscuro antes del amanecer. Esta imagen del telescopio Webb muestra N79, una región masiva de formación de estrellas. En longitudes de onda del infrarrojo medio, Webb revela gas y polvo brillantes en lo profundo de las nubes, así como estrellas bebés incrustadas”, reveló el telescopio en redes sociales.
Este impresionante escenario se encuentra aproximadamente a 1.630 años luz en la poco explorada región suroeste de la Gran Nube de Magallanes (LMC, por sus siglas en inglés).
El telescopio Webb considera que N79 es una contraparte más joven de 30 Doradus, también conocida como la Nebulosa de la Tarántula. La imagen compartida por el telescopio Webb capturó uno de los tres complejos de nubes moleculares gigantes dentro de N79, denominado N79 Sur (abreviado como S1).
La distintiva formación en patrón de «explosión estelar» que rodea este objeto brillante se manifiesta como una serie de picos de difracción, fenómeno visible en todos los telescopios que emplean espejos para recolectar luz.
En el caso del telescopio de la NASA, los seis picos más grandes de la explosión logran verse debido a la simetría hexagonal de los 18 segmentos que componen su espejo primario.
Estos patrones son visibles únicamente alrededor de objetos compactos y sumamente brillantes, donde toda la luz proviene de una fuente singular.
La captura de longitudes de onda más largas por el Instrumento de Imágenes de Infrarrojo Medio (MIRI) del telescopio revela el resplandor del gas y polvo en la región, esto se debe a que la luz del infrarrojo medio puede penetrar los granos de polvo de la nebulosa.
Además, la imagen revela la presencia de protoestrellas aún en proceso de formación. Estas regiones de formación estelar captan el interés de los astrónomos debido a su composición química, similar a las gigantescas regiones observadas cuando el universo tenía sólo unos pocos miles de millones de años.
Estas observaciones de N79 forman parte de un programa del telescopio Webb centrado en estudiar la evolución de discos circunestelares y envolturas de estrellas en diferentes etapas evolutivas y masas.
Con ayuda del telescopio, los científicos podrán detectar, por primera vez, discos de polvo que forman planetas alrededor de estrellas de masa similar a la del Sol, incluso a la distancia de la LMC.
Con información de la NASA y el telescopio espacial James Webb