Goya, goya, goya…100 veces

El águila mexicana y el cóndor andino velan por el subcontinente latinoamericano

Al encabezar la ceremonia por los primeros 100 años del escudo y el lema de la Universidad Nacional Autónoma de México el rector Enrique Graue Wiechers afirmó que nos brindan la verdadera identidad, nos llenan de orgullo, modelan la conducta colectiva, definen una memoria viva y vigente, que amalgama nuestras raíces y convocan a la unidad

En tanto, el secretario General de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas, recordó que hace 100 años el Consejo de Educación aprobó que el escudo de esta casa de estudios fuera un mapa de la América Latina con la leyenda “POR MI RAZA HABLARÁ EL ESPÍRITU” que significa “la convicción de que la raza nuestra elaborará una cultura de tendencias nuevas, de esencia espiritual y libérrima. Sostendrán el escudo un águila y un cóndor apoyado todo en una alegoría de los volcanes y el nopal azteca”.

Estos símbolos se implementaron bajo el rectorado de José Vasconcelos, el cual representó un punto de inflexión en la institución, pues hizo un replanteamiento de ésta y se abocó a impulsar una ambiciosa revolución educativa y cultural, la cual culminó con la creación de la Secretaría de Educación Pública (SEP).

El rector Vasconcelos, añadió Lomelí, entendió que el país no tendría futuro si no se llevaba a cabo un esfuerzo educativo, que fue acompañado por una ardua labor de reconstrucción del país durante los años 20 y que mandó un mensaje: “el futuro del país no podía descansar en las personalidades sino en las instituciones, y una de ellas es la UNAM”.

«La Revolución ya no quiere, como en sus días de extravío, cerrar las escuelas y perseguir a los sabios. La Revolución anda ahora en busca de los sabios»

José Vasconcelos

El historiador e integrante de la Junta de Gobierno de la Universidad, Javier Garciadiego Dantán, coincidió en que Vasconcelos llevó a cabo una transformación de esta casa de estudios.

“El cambio de su escudo y lema en 1921 refleja la transformación en su naturaleza y objetivos: el águila mexicana y el cóndor andino hermanados, velan por el subcontinente latinoamericano y el añoso latín fue desplazado por la rotunda frase antipositivista, forjada en el crisol de nuestras razas, en plural, de nuestro rico y complejo mestizaje: Por mi raza hablará el espíritu”, dijo.

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