Recorrido por las aventuras de James Webb

El Telescopio Espacial James Webb nos regaló muchas imágenes en 2022, desde la galaxia más antigua, y promete muchas más este 2023

Telescopio Espacial James Webb

Justo el 25 de diciembre de 2021, el Telescopio Espacial James Webb partió con rumbo a su destino

Justo el 25 de diciembre de 2021, el Telescopio Espacial James Webb partió con rumbo a su destino, para un viaje de seis meses abre con la llegada de la primavera. Finalmente, en el mes de julio, ya totalmente a punto, envió sus primeras imágenes a la Tierra. Nebulosas, cúmulos galácticos y hasta los datos de la atmósfera de un exoplaneta fueron el pistoletazo de salida de una inmensa sucesión de nuevos datos y coloridas fotografías.

Se espera que pase al menos 5 años trabajando y apenas ha cumplido el primero desde su lanzamiento, pero ya disponemos de muchísima información. Gracias al James Webb, hemos conocido nuevos rincones del Universo y hemos visto los ya conocidos como nunca antes se había hecho.

No es el telescopio capaz de llegar más lejos, pero sí que ha conseguido algunas de las imágenes más profundas y nítidas captadas hasta el momento.

El James Webb ha llevado nuestros ojos hasta algunos de nuestros vecinos del sistema solar, pero con una nitidez con la que ningún otro telescopio había logrado llegar.

Por ejemplo, de Júpiter ha captado sus auroras, tanto las boreales como las australes. Pero también nos ha mostrado su anillo, mucho menos conocido que los de Saturno, y algunas de sus lunas.

Ha mostrado una gran maestría para fotografiar anillos, pues también ha enviado fotos de los de Neptuno, un planeta del que ha aportado nueva información e imágenes de su atmósfera y algunas de sus lunas más importantes.

En cuanto a Marte, gracias a su cámara y su espectrógrafo de infrarrojo cercano ha podido mapear toda su superficie. Esto aporta información interesante sobre el planeta rojo, pero también sobre el buen funcionamiento de estos instrumentos.

Todo esto lo ha hecho dentro del sistema solar, pero también se ha centrado en planetas ajenos a este. Lo vimos en su primer paquete de datos, cuando tomó información sobre la atmósfera del WASP-96b. No obstante, también ha logrado fotografiar exoplanetas. El primero fue el HIP 65426b, pero a la lista se han unido otros de los que ha obtenido información por importante, como el WASP-39b.

Aunque los científicos insisten en que el James Webb no es una máquina de crear fondos de pantalla, es innegable que algunas de sus imágenes son preciosas. Lo vimos con sus primeras nebulosas. Pero también con su visión particular de los Pilares de la Creación o con algunas interesantes composiciones. Es, por ejemplo, el caso de una curiosa reunión: la del par de galaxias II ZW 96.

Y por si todo eso no fuese suficiente, gracias a sus imágenes de algunas de las galaxias más distantes captadas hasta la fecha, puede ayudarnos a conocer un poco mejor el universo primitivo.

Estos son solo algunos ejemplos. El telescopio James Webb ha aportado otras muchas imágenes que serán de gran utilidad a la ciencia. Algunas por sí solo y otras junto a su antecesor, el Hubble. Porque, por mucho que parezca que ha llegado para sustituirlo, el Hubble también tiene aún mucho que contar. Hacen un equipo estupendo y seguro que en 2023 siguen dándonos mucho de lo que hablar. Y también muchos fondos de pantalla, ¿por qué no?

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